
Carta a Oscar Noriega, a.k.a. “Akira”, uno de los fundadores del EGS
Escribo estas líneas como un homenaje en el contexto del reconocimiento que entregaremos durante el EGS Respawn a la familia de mi amigo, socio, colega y nerd-companion de décadas: Oscar Noriega, también conocido como “Akira” y más recientemente como “Akirareiko”, a quien perdimos en 2020.
Creo que jamás le dije “Akira” (solo me refería a él como Akira cuando hablaba con algún tercero). Para mí era “mi carnal”, “Oscar” o si estábamos en lo cotidiano y casual, el muy mexicano “güey”. Hoy quise escribirle una carta imaginando que de verdad la leerá, porque creo que estaría muy contento por el reconocimiento que le daremos este viernes, primer día del EGS: su inclusión en El Salón de la Fama del Videojuego.
El primer receptor de dicho reconocimiento fue Gus Rodríguez, fundador de la revisat Club Nintendo y en esta ocasión, la inclusión en El Salón de la Fama de nuestra industria por su contribución masiva a la región, no podía ir para nadie más que para Óscar Noriega alias Akira, a quien quiero escribirle lo siguiente, donde quiera que esté:
“Qué transa mi carnal.”
Acá todo bien. El otro día que estaba nerdeando durísimo con un developer en Gamesbeat sobre el futuro de la moderación de chats y VoIP automatizada e inmediata en juegos online por inteligencias artificiales que identifiquen trolls y bullies más serios en RPGs o shooters pensé en ti. Me dije “cómo le hubiera gustado al pinche Oscar escuchar a este cabrón que está trabajando justo en algo que alguna vez seguro se le ocurrió a él hace diez años”. No te estoy chingando jajaja, es en serio. Yo me considero un güey al que no le cuesta mucho trabajo ver más o menos qué puede venir pero tú me dabas cincuenta vueltas. Estabas adelantado a tu tiempo y te lo dije en ese sushi place en Sunnyvale cuando me invitaste a invertir en UNDA app. Todo lo que hiciste con esa madre estaba por lo menos unos cinco años adelante.
Esa es la razón por la que incluso antes de conocerte en persona, desde mi laboratorio de cómputo, te robaba yo código Javascript para adaptarlo a mis ejercicios HTML (por cierto me sigue ardiendo en retrospectiva la envidia de verte en fotos con las Silicon Graphics del Tec). Esa también creo que fue la razón por la que fundaste Limit-X (muchos años antes de la explosión dot-com) y luego Atomix (como primera e indiscutible revista multiplataforma de vidoejuegos en América Latina) y la razón por la que en 2011 ya estabas trabajando en la versión de iPad para Atomix. Estar adelante en visión lo hacen muchos, pero estar adelante en visión y acción no es tan común. Ver adelante no es fácil, pero ver adelante y además hacer algo al respecto, no cualquiera. Siempre compartimos esa opinión tú y yo. Por cierto, no puedo decirte cuántas veces recurro aún hoy día a nuestro gag local y frase bully “everything is on the Internet, you just have to learn how to fucking read”, LOL.
“Esta inclusión al Salón de la Fama del Videojuego debió ser en vida, pero ahora que no estás con nosotros, espero que esta inclusión continúe o agregue algo a esa labor de inspiración que lograste en tu vida. Nunca te dije lo orgulloso que estoy de ti.”
Te extraño mucho cabrón, sobretodo porque creo que no exagero cuando te digo que contigo nerdeaba como con nadie. Desde nuestras andanzas en 2000 mientras ibas a 300 kilómetros por hora en Reforma en tu Accord tuneado para que fuéramos juntos a una cita en Santa Fe y hablábamos de lo que andábamos explorando cadaquién. Yo te hablaba del pinche Allen Ginsberg, Jack Kerouac, Neal Cassady, William Burroughs y cómo sin ellos y sin generación Beat no hubiera habido Steve Jobs ni Apple y tú me presentabas a Ryuichi Sakamoto y a Utada Hikaru mientras en menos de tres minutos nos peleábamos por vender o no vender banners en el home de Atomix y luego hablábamos de Alan Turing.
No sé si nos volvamos a ver (conoces mi opinión al respecto), no sé si vas a leer esta carta. Lo que sí sé es que el año pasado y este año estuviste en la ofrenda que pusimos en la casa de Michelle y de mis hijas. Así como estás allí, este año estarás primero en la celebración por los VEINTE años del EGS, como uno de sus creadores y fundadores y también en este lugar aún virtual que quisimos hacer para homenajear a personas como tú y como Gus no solo en México sino en toda América Latina: El Salón de la Fama del Videojuego.
“Gracias por todo, mi carnal.”

Akira y Mario
Mario Valle Reyes (@bilbeny)